El proceso de producción consta de varias etapas:
Primera: ¿Dónde vamos a pintar?
Gestión de la pared: la superficie sobre la cual pintaremos le pertenece a alguien, un vecino, una escuela, una empresa en fin, debemos hablar y vender la idea al dueño de esa pared para que nos permita mancharla.
Estudio de la pared:
¿Cómo es la pared?
Larga, ancha, alta, posee accidentes arquitectónicos como escaleras, cornisas, puerta, tubos, ventanas. ¿Está en buen estado? La lluvia la afecta o el sol le da de pleno, todos estos datos son de suma importancia para saber a qué nos enfrentamos.
Reparaciones: debemos reparar cualquier daño estructural que nos dificulte pintar sobre ella como huecos, clavos, repellos deteriorados entre otros.
Aplicación de la base: una vez reparada la pared debe ser tratada con las bases correspondientes hasta dejarla como un gran lienzo en blanco.